
KAYAK MENORCA: ES GRAU – ADDAIA
Una de las mejores maneras de conocer el Parque Natural de Es Grau en Menorca es desde el mar, llegando a sitios que por tierra son inaccesibles. Por ello te recomiendo la travesía en kayak de dos días, que tiene como punto de inicio el idílico pueblo de Es Grau, con destino en el Puerto de Addaia, donde te sorprenderás con uno de los rincones más especiales de la isla.
Durante la travesía cruzaremos por uno de los islotes más grande de Menorca, la Illa des Coloms, pararemos en las playas más salvajes de la costa Norte, como Cala Tortuga, dormiremos bajo un cielo de 5000 estrellas en una de las playas más desconocidas de Menorca, para continuar al día siguiente remando hasta las Islas de Addaia, donde nos encontraremos con uno de los fondos marinos más ricos para hacer snorkell.
¿Te animas a realizar esta travesía? Te prometo que descubrirás una Menorca desconocida para el turista y muchos locales.
1. Alquiler de kayak Es Grau
Una de las mejores empresas de alquiler de kayak en Menorca, por no decir la mejor, es Menorca en Kayak. Una empresa con una gran pasión por el mundo del kayak, y lo que es mejor, gente seria y dispuesta a ayudarte en lo que necesites. Por ello, cuando decidí hacer una travesía de dos días en Menorca, no lo dude y me puse en contacto con ellos para que me asesoran lo mejor posible.
Pincha aquí para descubrir todas las actividades que puedes hacer con Menorca en Kayak.
Precio: 108 € un kayak doble de travesía.
Material incluido: el kayak doble, dos remos, dos bolsas estancas de tamaño mediano, dos chalecos, dos cubres, un achicador, una pala de repuesto y un mapa plastificado de la zona.
Menorca en kayak te da la opción de alquilar saco y esterilla por un precio de 5€ adicionales por producto.
Si queréis hacer la ruta en un solo sentido, podéis contratar el servicio de recogida en diferentes puntos de la isla, variando el servicio entre 30 o 35 €.
Repetiría sin dudar con ellos por el maravilloso trato recibido en todo momento.
2. Detalles de la ruta en kayak
Inicio: Puerto de Es Grau, Menorca.
Tipo de ruta: ida y vuelta.
Travesía de dos días, con pernoctación en cala.
Dificultad: moderada. Hay que haber montado previamente en kayak y estar bien seguro de que controláis sobre la piragua. Al tratarse de una travesía de dos días, hay que conocer de antemano la previsión meteorológica y saber leer el mar, para ir por el mejor camino.
Os dejo el mapa con la ruta en kayak y los diferentes puntos de interés:
4. Cómo llegar a Es Grau
Es Grau es un pequeño pueblo de pescadores en la costa noreste de Menorca, muy próximo de la ciudad de Mahón, a tan solo 10 kilómetros.
Se puede llegar sin problemas en coche, contando con dos parking a la entrada del pueblo muy amplios y al lado de la playa de Es Grau.
También se puede llegar en autobús:
Línea 23 Maó – Es Grau. Puedes consultar los horarios aquí.
4 servicios al día, con una duración del trayecto de 15 minutos.
Ruta disponible los 7 días de la semana y festivos, ¡solo en verano!
El trayecto tiene un coste de 1,65€.
Línea de bus solo en verano.
4. Descripción de la ruta
Ahora que ya sabes cómo llegar a Es Grau, dónde alquilar el kayak, qué material llevar y muchos más datos prácticos, te voy a describir la ruta que hicimos de manera más detallada, destacando los principales puntos de interés de la travesía, así como el mejor sitio para pernoctar. ¿Estás listo?
ES GRAU – TORRE RAMBLA
Saliendo del puerto de Es Grau aprovechamos las primeras paladas para sincronizarnos, hacernos al kayak y al timón. Tras esta primera toma de contacto, ponemos rumbo hacia el canal que se origina entre la Illa des Colom y el Parque Natural des Grau, siendo uno de los puntos de fondeo preferidos por las embarcaciones, pues encuentran refugio en los días que sopla la Tramuntana.
La Illa des Colom es el islote más grande de Menorca, antiguamente era una isla privada de una familia menorquina, hasta que en 2018 fue vendida por 3,2 millones de euros. En la actualidad es una de las 5 Reservas Naturales que compone el Parque de Es Grau, junto con las Islas de Addaia, S’Estany, bassa de Morella y es Prat. La isla cuenta con dos playas paradisíacas, els Tamarells y el Arenal d’en Moro.
Al girar la Punta de Sa Pastera, podemos entrar en alguna pequeña cueva, con unos colores de las rocas muy llamativos gracias a la vegetación en su interior.

Llama la atención la convivencia de diferentes elementos naturales y humanos que conviven en el Parque de Es Grau, como los restos arqueológicos de la época talayótica, o la Torre de Rambla, construida en 1802 por los ingleses y utilizada para las tareas de vigilancia. Es bastante impactante la imagen de la torre desde el mar en lo alto del acantilado, sobre todo en los días que el mar rompe con furia contra las rocas.
TORRE RAMBLA – CALA TORTUGA
Tras pararnos para contemplar la torre, seguimos remando, pero esta vez en vez de ir bordeando la costa, decidimos ir directos hasta Cala Tortuga, ya que nos espera una travesía larga y no queremos que se nos haga de noche. Después de media remando, llegamos a una de las playas más bonitas y vírgenes de Menorca, Cala Tortuga, un paraíso de aguas turquesas y cristalinas con un fondo de ensueño, el Faro de Faváritx (y múltiples embarcaciones).
Aprovechamos para hacer una parada y bañarnos en estas aguas, que invitan a ponerse las gafas e ir en busca de pececillos. También comemos una pieza de fruta y bebemos mucha agua, ¡que esto no ha hecho más que empezar!

CALA TORTUGA – FARO DE FAVÁRITX
Para mí, uno de los sitios más especiales de Menorca es el Faro de Faváritx y todo el entorno que le rodea, como si de un paisaje lunar se tratara. Apuntamos con la proa hacia el faro desde Cala Tortuga, remando sin pérdida alguna.
Ese día tuvimos mucha suerte y apenas había oleaje en el cabo de Faváritx, por lo que pudimos bordearlo remando sin dejar de contemplarlo. Sin duda, uno de los momentos más emocionantes y bonitos de la ruta.

FARO DE FAVÁRITX – ES PORTIXOL
Al separarnos un poco de Faváritx comenzamos a notar cómo el viento había cambiado y lo teníamos en contra, como consecuencia, se habían formado olas pequeñas, pero que exigían mucha concentración y fuerza por nuestra parte. Seguimos navegando sin perder el ritmo hasta que encontramos un entrante donde el viento y las olas nos darían una tregua, decidimos así parar a comer en Es Portixol y recuperar las fuerzas perdidas en esta última media hora.
Me sorprendió gratamente este lugar, muy tranquilo, sin gente ni embarcaciones, lugares así quedan pocos en Menorca.
ES PORTIXOL – S’ENCLUSA
Después de un merecido descanso, salimos de nuestro refugio y para nuestra sorpresa el viento había disminuido considerablemente, haciéndose más agradable la tarea de remar. El entorno de esta zona de Menorca nos sorprende mucho, de hecho nos da la sensación de estar en otro lugar, las formaciones, las rocas, la vegetación, es muy diferente al resto de la isla.
Vamos bordeando la costa, hasta encontrarnos con un rincón formado por pequeños islotes, ideal para hacer snorkell y aprovechar los últimos rayitos de sol. La zona a la que me refiero es Macar d’Avall.
Volvemos a subirnos al kayak, para esta vez remar hasta el que será “nuestro hotel” por una noche, S’Enclusa, ¡qué maravilla de lugar!

PERNOCTACIÓN Y AMANECER EN S’ENCLUSA
Llegamos a S’Enclusa como si fuera tierra prometida. Lo primero que hicimos al llegar fue encontrar el mejor lugar para pasar la noche y que mejor nos abrigara del viento. También aprovechamos para poner a secar la ropa antes de que se nos vaya toda la luz y dejar todo preparado.
En S’Enclusa predomina un sistema dunar formado por vegetación localmente conocida como socarrells, un conjunto de plantas espinosas con forma de cojín. La verdad que nunca había escuchado hablar de las playas de esta zona de la costa de Menorca, y me maravillaron mucho.

Al caer la noche nos quedamos embobados contemplando los miles de estrellas que forman el cielo, y tuvimos la suerte de ver varias estrellas fugaces, ¿ qué mas podíamos pedir?
Con la salida del sol toca comenzar un nuevo día, y como no podía ser de otra manera, nos recibe con una salida del sol gloriosa, inundando el cielo de colores rojizos y anaranjados.
Le damos la bienvenida al día con un baño en el mar, y dando gracias por estar solos en este precioso lugar. Sin embargo, nos queda un poquito más de ruta por descubrir y todo el camino de regreso. Así, nos ponemos manos a la obra, recogiendo todo y a embarcar de nuevo, notando que la noche durmiendo en la arena ha pasado factura.
S’ENCLUSA – ISLAS DE ADDAIA
A pocos metros de S’Enclusa, se encuentra la cala de Mongofre, otra fantástica playa formada por dunas y aguas turquesas. Nos quedamos con las ganas de parar en ella y disfrutarla, pero nos la apuntamos para volver otro día.
Bordeamos todo el Savinar de Mongofre, maravillándonos por la preciosidad de paisaje, sin duda alguna, otro sitio al que quiero conocer con más calma. Al llegar a la Punta de Mongofre, se alzan ante nosotros las Islas de Addaia, aprovechamos para remar alrededor de ellas, y así conociendo el puerto de Addaia desde el mar.
Nuestro objetivo está en la Isla Grande d’Addaia: Sa Olla, una entrada en el islote que parece una piscina gigante de agua turquesa y clara. Es el sitio ideal para desembarcar de kayak y explorarlo con las gafas de snorkell.
A Sa Olla solo se puede acceder en kayak o en embarcaciones muy pequeñas, por lo que es genial para pasar un par de horas en soledad, y a pesar de ser un sitio pequeño, tiene muchísimos escondites por descubrir. Aunque sin duda, su principal atractivo es el rico fondo marino que hay en su interior y justo en la entrada de la piscina.
Lamentable o afortunadamente, depende como se mire, tuvimos que encontrar refugio en una de sus cuevas por culpa de la tormenta y las fuertes lluvias que se sucedieron. Así, aprovechamos el rato para leer y esperar a que la tormenta se fuera.
En cuanto vimos que la tormenta nos daba una tregua, recogimos todo el campamento rápidamente, nos subimos al kayak y con la proa apuntando a Faváritx, remamos lo más rápido que pudimos, pues amenazaba con regresar en cualquier momento. Como te puedes imaginar, la vuelta no tuvo nada que ver con la ida, menos mal que el día anterior lo habíamos aprovechado al máximo.
Sin más paradas que las imprescindibles para beber agua, llegamos a Es Grau desde Addaia remando en tan solo 3 horas, contentos de estar a salvo de la lluvia, pero reventados de la paliza.
Eso sí, con la certeza de que repetiremos más pronto que tarde.
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