RUTA EN KAYAK S’ESTANYOL
Mallorca es uno de los mejores destinos de España, y probablemente del mundo, donde poder disfrutar de una travesía en kayak en un entorno de una belleza única. Hoy te proponga una zona no muy conocida de la isla, pero que es perfecta para navegar y dejarse sorprender. Iniciamos la ruta en Bassal de s’Estanyol y se va costeando descubriendo pequeñas cuevas ideales para hacer snorkel, hasta que se llega a una cueva que deja sin palabras a todo aquel que la visita.
Nos ponemos el chaleco, los escarpines, cogemos el remo, ¿y salimos a palear?
En este artículo:
- Datos de la ruta en kayak
- Cómo preparar una ruta en kayak
- Condiciones metereologicas
- Seguridad en el mar
- Qué meter en una travesía en kayak
- Descripción de la ruta
1. Datos de la ruta en kayak
A continuación encontrarás los datos en manera resumida de la ruta realizada hasta la la cueva escondida:
Parking: al finalizar la Vía de la Mediterrànea (s’Estanyol), hay una pista de tierra donde poder aparcar.
Tiempo remando: entre ir y volver se tarda aproximadamente 1:30 horas, a lo largo de la ruta querrás parar en numerosos puntos, entre ellos cuevas o simplemente tirarse al mar para disfrutar del color de las aguas turquesas.
Distancia: 7 kilómetros de remar en una de las zonas más atractivas de Mallorca por el intenso color del mar.
Dificultad: fácil, no es una ruta muy larga, además se va todo el rato pegado a la costa y con numerosos rincones para poder parar.
Esta ruta la he realizado en dos ocasiones, la primera de ellas con un kayak rígido remamos desde S’Estanyol hasta Cala Pi, y la verdad que es mucha paliza para el poco atractivo que hay desde la super cueva hasta Cala Pi. Por eso la última vez decidí acortarla, y disfrutar al máximo la parte más espectacular.
2. Preparando una ruta en kayak
Realizar una ruta en kayak es una de las actividades más divertidas y fresquitas del verano, sin embargo, hay que seguir una serie de recomendaciones para disfrutar del día con pocos o ningún contratiempo. Continúa leyendo para descubrirlo:
Saber nadar es prácticamente obligatorio a la hora de subirse a un kayak.
1. Condiciones meteorológicas
Algo muy importante a tener en cuenta en el mar es el viento y el oleaje, por suerte, hoy en día podemos anticiparnos y elegir el lugar más indicado. Personalmente a mí me gusta la aplicación de Windy, una app donde poder mirar el estado del mar en tiempo real, así como durante todo el día.
La dirección del viento es un factor esencial, ya que en una isla como Mallorca si sopla de Norte, nos iremos al Sur, donde encontraremos un día más apacible y menos peligroso. No recomiendo para nada salir a navegar con rachas de viento de más de 25km/h, en especial si os estáis iniciado en este deporte. Un día ideal para salir a navegar sería cuando al ver el mapa, el área está en color azul o verde.
Con el oleaje igual, si hay olas de más de 0,3 metros, no os aconsejo si sois novatos meteros en el mar con el kayak, pues hay que tener unas nociones de autorescate básicas.

2. Seguridad en el mar
El chaleco es un elemento de seguridad que te puede salvar la vida en caso de sufrir un accidente en el mar, por ello deberíamos tenerlo siempre en cuenta en nuestras aventuras.
También el móvil en su funda estanca es un elemento de seguridad, ya que en caso de que pase alguna emergencia, podamos avisar.

3. Qué meter en una travesía en kayak
Hay una serie de elementos que son imprescindibles en una salida en kayak, y los cuales nos facilitarán mucho el día a día. Dejo un checklist donde ver todo el material a llevar.

Algo que para mí es esencial: licra de protección solar (para así evitar acabar como cangrejos), sombrero o gorra, funda estanca para el móvil, llevar la comida bien protegida para evitar que entre agua, una botella de agua congelada (en especial en verano), llevar el mapa de la ruta plastificado, un frontal en el caso de entrar en cuevas.
3. Descripción de la ruta
Toca comenzar el día madrugando para aprovecharlo al máximo, y lo más importante sin tantos barcos ni gente, también hay que tener en cuenta que s’Estanyol se encuentra a una hora de Palma. Una vez en s’Estanyol decidimos aparcar al final de la vía Mediterrànea, donde hay hueco para poder hinchar el kayak sin problemas y molestar lo menos posible.
Tras tener todo el material preparado, toca repasar todo para no olvidarnos nada, en especial lo más importante: crema solar, agua, chaleco y sombrero.
Desde el parking hasta la playa hay un par de minutitos que se hacen amenos. Una vez en Bassal de s’Estanyol hay que ir vigilando porque cubre muy poco, y hay que adietarnos bastante hasta que veamos que es seguro para el kayak.
Si tenéis un kayak hinchable, recomiendo poner y quitar las quillas en el agua. Evitaremos así que pueda quedar arena en su interior.
El inicio de la ruta pasa por una pequeñas casas que dan mucha envidia, y por la torre y el faro de s’Estalella. El atractivo principal en estos primeros minutos se concentra en el agua, y es que poder remar viendo a los peces nadar a tu lado no tiene precio, y es que el agua es super clara.
La responsable de que el agua en las Islas Baleares sea tan cristalina es la poseidonia, una planta acuática que se encarga de purificar el agua.
Tras dejar atrás la torre comenzaremos a pasar por pequeñas cuevas, ideales para bajarse del kayak y hacer snorkel. A parte de los peces que se van viendo, también llama la atención el color violáceo de las rocas y la geometría que presenta la arena en el interior de las cuevas.
Tras la sucesión de pequeñas cuevas, llega la super cueva, si bien puede pasar inadvertida pues no se accede directamente con el kayak, sin embargo, se ve la entrada sin problemas desde el agua.
Para acceder a la cueva hay que bajarse del kayak, subirlo a la zona de rocas o echar el ancla y acceder a pie a ella. El interior de la cueva es impactante, teniendo dos zonas muy diferenciadas, por un lado nada más entrar hay una pequeña poza super clara donde poder tirarse a bomba y disfrutar como niños, y por otra el fondo de la cueva.
Si bien es cierto que la cueva es una pasada, también te digo que al principio da un poco de miedo, no porque haya ningún monstruo, porque solo hay agua y rocas, si no por la oscuridad que hay a mitad de la cueva. Suerte que nosotras llevábamos una linterna acuática y podíamos ir viendo todo el fondo, pero se pasa un poco de incertidumbre, aunque os digo desde ya que de las dos veces que he ido no hay nada a lo que temer.
Cuando se llega a la última estancia de la cueva, hay una ventana en la pared por la que entra luz y crea un paisaje subacuático impresionante. Como una imagen vale más que mil palabras…
Si os da cosa meteros nadando en el agua, está la opción de cruzar el kayak hasta la poza y llegar al final remando. También es muy bonito y especial.
En mi caso lo metí porque quería sacarle unas fotos a mi chiquitín en un sitio innolvidable como es esta cueva.
Tras un rato largo disfrutando en este paraíso, volvimos sobre nuestras paladas, repitiendo en alguna cueva para poder contemplar de nuevo la belleza del fondo submarino.
Es una ruta sencilla, que se disfruta mucho y tiene rincones increíbles, como he dicho yo la ha hecho dos veces ya, y seguro que habrá una tercera en un futuro no muy lejano.
Deja un comentario