LLEGAR A SA FORADADA EN KAYAK
Cuando llegué a Mallorca, una de las primeras rutas que realicé de senderismo fue a Sa Foradada, una pequeña península con un agujero en el medio. Me llamó muchísimo la atención, me atrevería a decir que es un sitio que cautiva, y uno de mis primeros pensamientos fue: tengo que llegar ahí en kayak y explorar el entorno desde el agua. ¡Y así fue!
Cumplí mi sueño y he llegado a Sa Foradada desde dos rutas diferentes, la más fácil desde el Port de Valldemossa y una más complicada desde el Port de Sóller. ¿Quieres conocer todos los detalles? Sumérgete en dos de las rutas más bonitas para conocer Mallorca desde el agua.
1. Preparando una ruta en kayak
Montar en kayak es una de las mejores experiencias para vivir en Mallorca, y es que navegar por aguas turquesas no se puede hacer todos los días. Ahora bien, no deja de ser una práctica que se realiza en un medio natural que está en continuo cambio como es el mar, por ello hay que seguir una serie de recomendaciones.

Antes de salir es muy importante mirar el viento y oleaje que va a hacer, en una isla como Mallorca el tiempo puede cambiar en cada extremo. Por ello, si habías decidido salir a navegar en la Bahía de Pollensa pero la previsión no es nada favorable, puedes mirar en la zona de Cales de Mallorca que el mar estará más tranquilo.
¿Qué app utilizo yo? Lo primero de todo, hay muchísimas web o aplicaciones donde poder mirarlo, yo uso Windy, y hasta la fecha he de decir que es bastante fiable.
Si te estás iniciando en el mundo del kayak, no te recomiendo salir con más de 15 km/h y olas de más de 0,3 metros. ¿Por qué? Primero por tu propia seguridad, y segundo porque igual tienes una mala experiencia y no vuelves a salir a remar.
Aunque sepas nadar, el chaleco es un elemento obligatorio en nuestra práctica en el mar, ¿por qué? Porque puede salvarte la vida. ¿No crees que es suficiente motivo? Ahora bien, no quita que para las fotos nos lo quitemos un momento, que no os voy a engañar, quedan más bonitas jeje

En especial en verano es super importante estar protegidos frente al sol. ¿Cómo? Antes de salir date bien de crema solar, en mi caso me gusta llevar una camiseta de protección solar, y así despreocuparme de darme crema cada X horas. La gorra te va a quitar mucho sol de la cabeza, y viene bien para irla mojando de vez en cuando y así estar fresquitos.
Y el agua no puede faltar nunca, te recomiendo llevar una botella congelada y otra de la nevera, ya que si vas a estar muchas horas bajo el sol, vas a necesitarla.

¿Son en verdad importantes las bolsas estancas? Sí, ¿por qué? Lo primero de todo llevarás el móvil a salvo, para que en caso de que tengas una emergencia esté operativo, y lo segundo, para llevar todas tus cosas secas.
En el botiquín lo esencial es: crema del sol, after-bite para las medusas, biodramina y paracetamol.
2. Desde Port Valldemossa a Sa Foradada
Iniciamos la ruta en el pequeño Port de Valldemossa, lugar en el que nunca había estado y me pareció bucólico, con un paisaje rodeándole muy bonito. La carretera para bajar hasta el puerto es empinada, cerrada y estrecha, por ello es importante conducir con precaución. Es una ruta muy transitada por ciclistas y senderistas, ¡ojo!
A continuación comparto los datos generales de la ruta para tener una visión de qué nos vamos a encontrar:
- 11 kilómetros a los pies de la Tramuntana.
- Sin contar las paradas para chapuzones y fotos, hicimos la ruta en 2 horitas remando
- Dificultad media, por la distancia realizada, y por la zona de costa, que es bastante cambiante. De hecho para ir hacia Sa Foradada el mar estaba en calma, y a la vuelta se agitó bastante.
- Dejamos el coche en Carrer Llevant.
Una vez aparcado el coche, nos pusimos a montar el kayak y a preparar todo el material para una vez más, descubrir Mallorca navegando, donde nosotros somos el motor principal.
La entrada a la cala el día que hicimos la ruta no fue sencillo, había una buena capa de poseidonia muerta y dificultaba un poco el acceso. Y que metimos mucha poseidonia también en el kayak jeje
Empezamos a remar a las 8:30 de la mañana, con la tranquilidad de que no había aún gente ni barcos, y el sol daba tregua. El agua a estas horas de la mañana estaba en calma y se comenzaba a ver el color aguamarina característico de las calas de la Tramuntana.
Uno de los atractivos de esta ruta es Caló de s’Estaca, un pequeño embarcadero a 4 kilómetros de Valldemossa, en el que destacan sus puertas de diversos colores. Personalmente, me pareció uno de los lugares más pintorescos que ver en Mallorca. Se puede llegar andando hasta el embarcadero, pero el acceso es algo complicado.
Tras acercarnos a ver Caló de s’Estaca, continuamos con la ruta, con la vista puesta en la característica roca de Sa Foradada. El contraste de los pinos mediterráneos y el color del mar a primera hora de la mañana es brutal. Tuvimos la suerte que al llegar a nuestro destino, solo había un barco fondeado, por lo que pudimos aprovechar para explorar la zona sin la alta ocupación que suele haber.
Sa Foradada es bonita desde cualquier sitio, pero a ras del agua es increíble, más mágica aún.
Después de un baño y cientos de fotografías, comenzamos a ver cómo el mar se va agitando, así que tomamos la decisión de volver antes de que se ponga peor. La vuelta la hicimos más rápido, pues apenas hicimos pausas. A la hora de desembarcar en el Port de Valldemossa con pequeño oleaje se complicó un poquito más, pero supimos capear bien el temporal.
Hora de limpiar y recoger el material, con una sensación de felicidad increíble.
3. Desde Port de Sóller a Sa Foradada
¡Ojito a esta pedazo de ruta! Se recorre una de las zonas de costa más bonitas de la Serra de Tramuntana, eso sí, planifícate el día entero para poder disfrutarla bien, nosotras la hicimos al salir de trabajar al mediodía, y quizás no la disfrutamos tanto como se podría, porque hay decenas de sitios donde poder parar e ir descansando.
Esta ruta está pensada para gente que tiene un nivel medio en el manejo del kayak, pues has de tener nociones de autorescate, ya que te alejarás de zonas de rescate seguro. ¿Preparad@?
A continuación comparto los datos generales de la ruta para tener una visión de qué nos vamos a encontrar:
- 18 kilómetros en los que en ocasiones se hacen duros, pues no ves el destino final y has de tener la mente fría.
- Tardamos 4 horas remando de Port de Sóller a Sa Foradada y vuelta, con una pequeña parada en Sa Foradada de 20 minutos para reponer fuerzas.
- Dificultad media-alta, por la distancia realizada, por la zona de costa, que es bastante cambiante, y porque has de tener muchas horas de experiencia a bordo de un kayak.
- Dejamos el coche en el Camí del Faro, pues el resto de parking estaban completos.
A pesar de haber preparado esta ruta con anterioridad no salió como esperábamos, estas cosas suelen pasarme, pero esta vez se nos fue de las manos. Para empezar no supimos elegir bien el sitio de acceso al mar, pues todo los parking estaban llenos y tuvimos que aparcar el coche bastante lejos de la cala del puerto de Soller, por lo que bajamos a una cala de rocas con un acceso bastante complicado en el Cap de Sa Paret. Este fue nuestro error número 2, el número 1 fue salir tan tarde a hacer una ruta tan larga.
Capeado nuestro primer obstáculo, comenzamos a remar super ilusionadas, las vistas desde el final de la bocana del Puerto de Soller son espectaculares, con las montañas al fondo, los dos faros y los barcos, es una estampa singular. Nada más salir de la bocana, comenzamos a palear siguiendo la línea de los acantilados, encontrándonos con pequeñas cuevas donde era imposible resistirse a entrar. El contraste de colores en su interior es sobrecogedor, al igual que la paz que se respira.
No entrar a las cuevas si el mar está agitado.
Al final de los abruptos acantilados, nos esperaba una inmensa bahía, tras la cual se encontraba nuestro objetivo, pero no os voy a engañar, se hizo muy pesado. Lo ideal hubiera sido tener el día entero para poder ir haciendo paradas en sus diferentes calas, entre las que se encuentra Cala Deiá, y haber explorado más esta zona que es bastante inaccesible andando, sin embargo el tiempo avanzaba en nuestra contra.
Sin parar de palear, comenzamos a ver la península de Sa Foradada, bañada de un color dorado con los rayos de sol de última hora de la tarde. Decidimos parar en el embarcadero que hay al lado de la roca, para así estirar piernas, bañarnos y comer para tener energías y así afrontar la vuelta con ganas.
Sa Foradada un sábado al caer la tarde es sinónimo de muchos barcos, aún así el paisaje es sobrecogedor.
El camino de regreso lo hicimos a muy buen ritmo, ya que veíamos cómo al sol le quedaban las horas contadas y no queríamos que nos pillara la noche cerrada en mitad del mar. Aún así, con una perspectiva diferente que a la ida, no pudimos evitar parar a grabar algunos vídeos del entorno que nos rodeaba, llegando a ver al pico más alto de Mallorca, el Puig Major.
Llegando al inicio de la bocana de nuestro puerto seguro la cosa se nos complicó en múltiples frentes: la noche era casi inminente, comenzó a soplar un viento en contra que no estaba previsto y dificultaba nuestro avance, no podíamos desembarcar por donde habíamos entrado, debíamos ir a la cala del puerto, y con el miedo de que con una roca pincháramos el kayak. ¿Alguien da más? Menos mal que nos lo tomamos con muy buen humor, e íbamos intentando hacer bromas, pero la satisfacción de pisar tierra firme muy inmensa.
Espero que esta aventura sirva de ejemplo, que aunque tengas conocimientos de kayak, hayas previsto el tiempo, y mil factores más, en el mar nunca hay que bajar la guardia.
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