lsacia enamora a cualquiera, y cómo para no. Esta región francesa tiene el orgullo de presumir de algunos de los pueblos más bonitos del mundo.
¿Sabías que Los creadores de la película La Bella y La Bestia se inspiraron en las calles que recorren estos pueblos? La arquitectura, los colores que inundan las calles de vida, cada detalle cuidado al milímetro, su deliciosa comida, hacen de esta región un lugar único.
Os he preparado una Guía de viaje sobre Alsacia para que podáis disfrutar del viaje desde casa preparando cada detalle.
Alsacia tiene un clima semi-continental, sus inviernos son fríos y secos y los veranos muy calurosos y soleados. Alsacia es una región que se puede visitar en cualquier época del año, sin embargo, hay ciertos meses en los que Alsacia se pone más atractiva para el visitante. ¿Cuándo es?
En primavera las diferentes ciudades de Alsacia se visten con flores en todos los rincones. El clima comienza a ser más suave y los días cada vez más largos, permitiendo hacer más actividades. Además las ciudades se llenan con festivales de música, exposiciones, etc.
Para los amantes del vino sin duda esta es la época ideal hacer un tour por los viñedos de la zona.
Estoy segura que todos hemos visto más de una vez imágenes de los mercadillos e iluminaciones navideñas de Alsacia. Y es que ¡es un momento mágico para visitar esta región! Las calles se adornan con muchísimas luces, árboles de navidad de película, las fachadas de los comercios las adornan decenas de detalles navideños.
Como contra de visitar Alsacia en esta época es el clima, las temperaturas son muy bajas y los días muy cortos, y hay mucha gente que viaja para disfrutar del espectáculo.
Alsacia, como cualquier otra zona de Francia es más cara en comparación con España, en especial este incremento de precios se ve sobre todo a la hora de ir a comer.
Aún así, el finde semana que pasamos en Alsacia a finales de Noviembre nos salió muy bien de precio, y eso que no lo reservamos con mucha antelación.
Para buscar las mejores ofertas en vuelos siempre utilizo Skyscanner. Conseguir vuelos baratos en los tiempos en los que vivimos es relativamente fácil si sabemos dónde buscar. A continuación os doy una serie de consejos:
Desde mi punto de vista alquilar un coche siempre garantiza comodidad y flexibilidad. ¿No creéis? Además en Alsacia hay numerosas ventajas:
Nosotros cogimos el coche de alquiler directamente en el aeropuerto de Basel-Mulhouse-Freiburg. Sin embargo, este aeropuerto tiene una peculiaridad: 3 salidas diferentes, ¡una por país! Esto conlleva que el precio de alquilar en según que país cambia considerablemente, pues los precios en Suiza son bastante más elevados que los de Francias, por ejemplo.
En nuestro caso, alquilamos el vehículo en las oficinas francesas, es decir, en la zona de Mulhouse. Nos salió muy bien de precio, 45€ por el finde semana, con entrega y recogida en el mismo aeropuerto.
A la hora de alquilar el vehículo, hay que tener en cuenta que en Francia se paga por aparcar el coche en casi cualquier lugar. Por ello es importante que a la hora de reservar alojamiento elijáis en el que podáis estacionar el vehículo gratuitamente en sus inmediaciones.
Si habéis optado por moveros en Alsacia empleando el transporte público, tenéis dos alternativas: autobús y tren. La red ferroviaria está muy bien comunicada entre ciudades y cuenta con un amplio abanico de horarios. Para desplazarse en autobús lo habitual es usar las líneas regionales.
Aunque la mejora manera de desplazarse en combinando ambos medios, a continuación o explico cómo.
Alsa ha sacado un billete que permite desplazarse por varias regiones de Alsacia durante 24 horas por un módico precio. Así, dentro de esas 24 horas podéis usar el tren, autobús, autobús urbano o tranvía, sin límite de billetes.
Este billete se puede adquirir directamente al conductor, en la taquilla SNCF o en las distribuidoras regionales habilitadas para ello.
¿Sale a cuenta AlsaPlus? Uno de los trayectos más comunes en tren es Estrasburgo – Colmar y el billete tenía un precio de 14 € por desplazamiento. Solo con la ida y la vuelta ya habéis amortizado el AlsaPlus, además con la comodidad de que podéis usar el transporte urbano de la ciudad.
Para planificar vuestro viaje usando el transporte público de Alsacia, han creado una página de gran utilidad: Fluo, para la zona de Grand Est.
En ella podéis indicar la ciudad de inicio y de destino, y os mostrará las diferentes combinaciones que podéis elegir, así como los tiempos y precios. Es una herramienta muy visual y sencilla de usar.
En función de la hora a la que llegues al aeropuerto, no hay transporte público de noche y tendrás que optar por un taxi.
Alsacia en un finde semana da para mucho la verdad, y para sacarle el máximo partido, decidimos coger cada noche en una ciudad diferente, para así ir avanzando siempre y no tener que regresar.
Por ello la primera noche nos hospedamos en Estrasburgo y la segunda en Colmar.
El hotel de Colmar no os lo recomiendo para nada, os lo dejo por aquí para que si lo habéis valorado, no reservéis bajo ningún concepto.
En el tema del alojamiento recalcaros la importancia de reservar uno con parking gratuito.
Nada más llegar al aeropuerto y recoger el coche, pusimos camino hacia Estrasburgo, para así amanecer allí al día siguiente. Al llegar al hotel hicimos el check in, nos abrigamos bien, y salimos a cenar y pasear un poquito de noche por la zona de Petite France. Aún no estaban los espectáculos de Navidad, pero las calles empezaban a prepararse para Diciembre.
Cuando tienes poco tiempo, hay que madrugar, sobre todo si ya es Noviembre y los días son tan cortos. Así que a las 8 de la mañana y con un frío que te ponía la nariz roja nada más salir a la calle, lo mejor que se podía hacer era andar, andar, andar y entrar en calor con un té calentito entre las manos.
La mañana la dedicamos a visitar Estrasburgo, a perdernos por sus calles, sorprendernos con las decoraciones, los puestos de los comerciantes y entrar en su maravillosa Catedral.
Tras comer una sopa caliente y una tosta en L’Épicerie, un restaurante muy peculiar en el centro, pusimos rumbo a conocer el encantador pueblo de Ribeauville. En este pueblecito la única obligación es pasear y dejarse sorprender. Seguidamente visité Riquewihr y por último Kayserberg. Para cada pueblo destinamos aproximadamente 1:30 horas, debido a que son muy pequeñitos y con el centro histórico muy unificado.
La última parada del día sería Colmar, donde nos dio tiempo a instalarnos en el hotel y salir a cenar por el centro histórico.
Al igual que el día anterior, con las primeras luces del día nos lanzamos a recorrer las calles de Colmar con el fin de ver todo lo que tenía planificado. Esta ciudad particularmente me pareció preciosa, lo tienen todo muy cuidado y conservado. Se nota que es una ciudad que vive del turismo.
Tras haber visitado y explorado los pequeños rincones de Colmar, condujimos hasta Eguisheim. Si Colmar me había gustado, Eguisheim me robó el corazón. A pesar de ser una localidad muy pequeña tiene un encanto que no se puede describir, hay que vivirlo. Por muchas fotos que se vean no te puedes hacer una idea hasta que no estás paseando entre sus calles, mirando embobado a las fachadas de las casas.
La última parada antes de ir al aeropuerto fue Turckheim, tiene un centro histórico muy pequeño y bonito, totalmente recomendable.
Este día lo pudimos aprovechar bien porque el vuelo no salía hasta las 21:30 de la noche, ¡una suerte!
Una de las mejores maneras de conocer un país es a través de los free tours y de actividades únicas, a continuación os dejo un listado de las mejor valoradas en Alsacia.
En función de la temporada en la que se visite Alsacia, la maleta variará bastante, aún así, hay objetos que se pueden meter en cualquier época del año.